Elegía viajera
Todo es mío, nada en propiedad,
no es propiedad de la memoria,
y mío sólo mientras miro.
Apenas mencionadas, ya inseguras,
las diosas de sus palabras.
De la ciudad Samokow solo la lluvia
y nada más que lluvia.
París desde el Louvre hasta la uña
se cubre de cataratas.
Del bulevar Saint-Martin quedan las escaleras
que conducen a la aniquilación.
Nada más que puente y medio
en la Leningrado de los puentes.
Pobre Uppsala
con un trocito de su grandiosa catedral.
El infeliz bailarín de Sofía,
cuerpo sin rostro.
Por separado su rostro sin ojos,
por separado sus ojos sin pupilas,
aparte las pupilas de gato.
El águila caucasiano planea
sobre la reconstrucción del cañón,
el oro traicionero del sol
y las falsas piedras.
Todo es mío, nada en propiedad,
en propiedad de la memoria,
y mío mientras estoy mirando.
Incalculable, inabarcable,
individual hasta el último hilo,
grano de arena, gota del agua
-el paisaje.
No guardaré ni una pizca
en su plena visibilidad.
La bienvenida y la despedida
en una sola mirada.
Para el exceso y la falta
un movimiento del cuello.
En Antología poética (2015)
Todo es mío, nada en propiedad,
no es propiedad de la memoria,
y mío sólo mientras miro.
Apenas mencionadas, ya inseguras,
las diosas de sus palabras.
De la ciudad Samokow solo la lluvia
y nada más que lluvia.
París desde el Louvre hasta la uña
se cubre de cataratas.
Del bulevar Saint-Martin quedan las escaleras
que conducen a la aniquilación.
Nada más que puente y medio
en la Leningrado de los puentes.
Pobre Uppsala
con un trocito de su grandiosa catedral.
El infeliz bailarín de Sofía,
cuerpo sin rostro.
Por separado su rostro sin ojos,
por separado sus ojos sin pupilas,
aparte las pupilas de gato.
El águila caucasiano planea
sobre la reconstrucción del cañón,
el oro traicionero del sol
y las falsas piedras.
Todo es mío, nada en propiedad,
en propiedad de la memoria,
y mío mientras estoy mirando.
Incalculable, inabarcable,
individual hasta el último hilo,
grano de arena, gota del agua
-el paisaje.
No guardaré ni una pizca
en su plena visibilidad.
La bienvenida y la despedida
en una sola mirada.
Para el exceso y la falta
un movimiento del cuello.
En Antología poética (2015)
No comments:
Post a Comment