Thursday, November 30, 2017

Letters in Poems: Fernando Pessoa



Todas as cartas de amor são 
Ridículas. 
Não seriam cartas de amor se não fossem 
Ridículas. 

Também escrevi em meu tempo cartas de amor, 
Como as outras, 
Ridículas. 

As cartas de amor, se há amor, 
Têm de ser 
Ridículas. 

Mas, afinal, 
Só as criaturas que nunca escreveram 
Cartas de amor 
É que são 
Ridículas. 

Quem me dera no tempo em que escrevia 
Sem dar por isso 
Cartas de amor 
Ridículas. 

A verdade é que hoje 
As minhas memórias 
Dessas cartas de amor 
É que são 
Ridículas. 

(Todas as palavras esdrúxulas, 
Como os sentimentos esdrúxulos, 
São naturalmente 
Ridículas.) 

Álvaro de Campos, en Poemas


Todas las cartas de amor son ridículas...*

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas. 

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas. 

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas. 

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas. 

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos. 

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).

*Versión en español de Miguel Ángel Flores

A Day of Words: Literatas n'O Couto





O Couto recibíanos o pasado sábado 25 de novembro engalanado de calidez, luz e algodón. Desde a Fundación Pondal, pedírannos a un grupo de mulleres que explicásemos o que faciamos ao alumnado das aulas científico-tecnolóxicas Isidro Parga Pondal. O acto que concluíu unha serie de 100 planificados en torno ao falecemento do poeta Eduardo Pondallevaba por título "Literatas" e presentábase con este enigmático cartel.



Presas da curiosidade, fomos chegando a contagotas e facendo as presentacións, pois sabiamos o obxectivo do evento mais non quen eran as outras participantes. Aos poucos,  fomos apañando retalliños unhas das outras, buscando os espazos e os lazos comúns, as conexións.

Comezou o acto da man mestra de Tamara, e palabra a palabra cada unha foi tirando ao seu xeito dos veos do misterio e disipando a néboa da mañá. Soaron as notas das regueifas herdadas do bisavó (Lupe), do punteiro da gaita agarimado por mans femininas (Isa) e das cantigas corais con voz e escrita de muller (Charo). 

Vibraron as cordas do corazón ao escoitar a historia duns bombóns cunha tarxeta (Teresa), simpatizar coa loita de Milagros por abrirse camiño, percibir o amor pola lingua e o orgullo de aldea de Uxía; ou contaxiarse do entusiasmo que senten Natali polo seu proxecto Colaxe Alba pola compañía Galeatro.

Incribles as historias daquelas que tiveron (e teñen) que abrirse camiño nun mundo de homes, entre pintores, oleiros, pilotos de autocross e rally de terra, traballadores de emerxencias e empresarios: Viki, Carmen Isabel, Sandra, PriscilaOlga.

Enfeitizáronnos as encantadoras de palabras Rosalía Blanca recordándonos que somos fillas de Rosalía de Castro, e invitándonos a crearnos, a perseguir os nosos soños. 

Soños que están a perseguir Erica e Aida estudando as carreiras que lles gustan; Teresa, traballando a súa habilidade coas mans na asociación "O son das varas"; e Tania, combinando todas as súas afeccións no traballo que desempeña.

E se os soños cambian? Non pasa nada, mudamos o rumbo. É cuestión de matemáticas, como dixo Mariluz, que deixou o ensino público para traballar cos números.

Tralos números e as palabras, o silencio. Silencio envexoso das palabras sen voz de Paula, que encheron as nosas pupilas. 

E tralo silencio, a felicidade das preguntas, da conversa. A sensación de ter tendido pontes, de igualar datas de nacemento, dirección, currículo e calendario.


Hecho con Padlet


"A primeira vez que se me convocou a unha reunión, non asistín porque me sentía cohibida. Eran 25 membros e eu era a única muller" 
(Olga)

"Teño conciencia de ser muller e ser do rural"
(Charo)

"A nosa asociación quere que os nenos saiban o que había aquí. Antes en cada casa había un cesteiro" 
(Teresa)

"É interesante coñecer o mundo das persoas xordas" 
(Paula)

"Aspirade sempre a ser os mellores profesionais, dediquedes ao que vos dediquedes. Iso require estudo, esforzo e disciplina" 
(Mariluz)

"O meu traballo consiste en buscar trebellos ou formas de facer as cousas doutra maneira para que todos as poidan facer" 
(Teresa)

"O deporte é esencial. Dache moitos valores" 
(Priscila)

"O que moitos traballos ten, nunca chega a nada", me dicían na miña casa. Eu non estou de acordo" (Isa)

"Crear un espazo propio é difícil" 
(Viki)

"Levo oito anos competindo cos homes. Eu arreglo o meu coche, e eu o rompo" 
(Sandra)

"Detrás do espello todas eramos a mesma muller" 
(Rosalía)






Artigo e fotografías en La Voz de Galicia sobre o acto (26/11/2017)
Artigo en La Voz de Galicia anunciando a xornada (25/11/2017)

Wednesday, November 29, 2017

Words in Books: Toda una vida


Toda una vida (2017) viene a ser accidentalmente el tercero de una serie de libros protagonizados por figuras masculinas donde la exploración ontológica es el tema subyacente. Los anteriores fueron La muerte del padre y Sálvora.

La quinta obra del austríaco Robert Seethalertraducida por Ana Guelbenzu, está ambientada en los Alpes austríacos en la II Guerra Mundial. En apenas 139 páginas, vemos el paso del siglo XX, con su consiguiente evolución política y social a través de los ojos de Andreas Egger, un hombre estoico y determinado de pocas palabras pero sentimientos complejos y profundos. 

Es el relato de un individuo y sus luchas personales, un inventario de vivencias donde los pequeños instantes de estar vivo que marcan una existencia simple se narran con idéntica calma y disciplina que los eventos de clímax dramático. Un verdadero acierto, porque en la constitución de lo que somos, los grandes y pequeños momentos vitales son igualmente relevantes.

Es también el relato del progreso y las cicatrices que deja en las personas y el paisaje. Un progreso enmarcado dentro de las luchas históricas del siglo XX y que arrastra a Egger igual que la nieve de la avalancha.

La narrativa es evocación tierna, melancolía discreta que encuentra dignidad y belleza en la soledad. La tristeza que Seethaler transmite en Toda una vida es pura, poco operática. Como en la vida misma, es la tristeza real del sufrimiento profundo que tiene lugar mientras la vida de los demás trascurre ajena al dolor.

La brevedad del libro parece contradecir el título, pero no hay engaño, como comprobamos después de su lectura. Es una novela profunda, sabia y humana. Lírica, pero con un lirismo esquivo, difícil de aprehender. 

Gracias, Dolores López, por prestarme un libro que llenó mi "ventana polvorienta de mariposas nocturnas" (p.73).

"Se paró a escuchar un instante la caída silente de la nieve. El silencio era absoluto. Conocía bien el mutismo de la montaña, que poseía aún la capacidad de encogerle el corazón de miedo" (pp. 10, 11)

"La Dama Fría - repitió Hannes el Corneta-. Camina por la montaña y se desliza por el valle. Aparece cuando le place y coge lo que necesita. No tiene rostro ni voz. La Dama Fría llega, toma lo que desea y se va. Punto. Te agarra al pasar, te lleva con ella y te mete en un agujero. Y en el último pedazo de cielo que ves antes de la última palada de tierra definitiva, aparece de nuevo y te sopla en la cara. Luego sólo te queda la oscuridad. Y el frío" (p.13)

"Su siguiente recuerdo era de sí mismo a los ocho años, desnudo y flaco, uncido a un yugo de madera para bueyes" (p. 19)

"Egger vio cómo la mano de la abuela se bamboleaba fuera del ataúd; por un momento parecía despedirse de él, un último "que Dios te proteja" sólo para él" (p.26)

"Pensaba despacio, hablaba despacio, caminaba despacio, pero cada pensamiento, cada palabra y cada paso dejaban un rastro justo donde, a su juicio, debían dejarlo" (p. 27)

"Desde aquel día, Egger llevaba grabado en su interior de forma indeleble algo más: el dolor que había sentido tras el breve roce del pliegue de un tejido en la carne del antebrazo, los hombros, el pecho, que al final se le clavó en lo más profundo del corazón. Era un dolor muy leve, y aun así era el más agudo de todos los dolores que había padecido en su vida, incluidos los azotes de Kranzstocker con la vara de avellano" (p.32)

"La mano de Marie era áspera y cálida como un pedazo de madera bruñido por el sol" (p. 34)

"Las palabras le brotaron sin más, y Egger las escuchaba asombrado por cómo se sucedían unas detrás de otras, solas, para conformar juntas un sentido que él mismo les dio con sorprendente nitidez tras haberlas pronunciado" (p.36)

"Se pueden comprar las horas de un hombre, robarle los días o arrebatarle toda su vida, Pero nadie puede quitarle a un hombre ni un solo instante" (p.47)

"La muerte es una porquería - dijo-. Con el tiempo vamos menguando. En unos pasa rápido, en otros puede durar más. Desde el nacimiento vamos perdiendo una cosa tras otra: primero un dedo, luego un brazo; primero un diente, luego la dentadura; primero un recuerdo, luego la memoria entera; y así sucesivamente, hasta que llega un momento en que ya no nos queda nada. Entonces meten nuestros últimos restos en un agujero, los tapan a paladas y listo" (p.52)

"La muerte formaba parte de la vida, igual que el moho del pan. La muerte era la fiebre. Era el hambre. Era una grieta en la pared del barracón por donde se colaba el silbido del viento en invierno" (p.84)

"En general el tiempo lo desconcertaba. El pasado serpenteaba en todas direcciones, y en la memoria las historias se sucedían desordenadas y formaban imágenes y se compensaban siempre renovadas de un modo peculiar" (p.90)

"En casa, por las tardes, Egger se sentaba en el borde de la cama y se observaba las manos. Descansaban sobre su regazo, pesadas y oscuras como tierra pantanosa. La piel estaba cuarteada y arrugada como la de un animal" (p.100)

"En aquel momento lo invadió una nostalgia tan intensa y ardiente que pensó que se le iba a derretir el corazón" (p.135)

Tuesday, November 28, 2017

The Heart in Poems: Anonymous



(Autor desconocido)

Torquil Duthie (traducción del japonés)

La gente pensará 
que el río Yodo
fluye sin prisas,
pero así fluyen profundas
las cosas del corazón

yodogawa no / yodomu to hito wa / miruramedo /nagarete fukaki / kokoro aru mono o

Monday, November 27, 2017

Hands in Poems: Pedro Salinas

Fotografía de Samuel Pastoriza


La memoria en las manos

Hoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.

Recuerdo de una piedra
que hubo junto a un arroyo
y que cogimos distraídamente
sin darnos cuenta de nuestra ventura.
Pero su peso áspero,
sentir nos hace que por fin cogimos
el fruto más hermoso de los tiempos.
A tiempo sabe
el peso de una piedra entre las manos. 
En una piedra está
la paciencia del mundo, madurada despacio.
Incalculable suma
de días y de noches, sol y agua
la que costó esta forma torpe y dura
que acariciar no sabe y acompaña
tan sólo con su peso, oscuramente.
Se estuvo siempre quieta,
sin buscar, encerrada,
en una voluntad densa y constante
de no volar como la mariposa,
de no ser bella, como el lirio,
para salvar de envidias su pureza.
¡Cuántos esbeltos lirios, cuántas gráciles
libélulas se han muerto, allí, a su lado
por correr tanto hacia la primavera!
Ella supo esperar sin pedir nada
más que la eternidad de su ser puro.
Por renunciar al pétalo, y al vuelo,
está viva y me enseña
que un amor debe estarse quizá quieto, muy quieto,
soltar las falsas alas de la prisa,
y derrotar así su propia muerte.

También recuerdan ellas, mis manos,
haber tenido una cabeza amada entre sus palmas.
Nada más misterioso en este mundo.
Los dedos reconocen los cabellos
lentamente, uno a uno, como hojas
de calendario: son recuerdos
de otros tantos, también innumerables
días felices
dóciles al amor que los revive.
Pero al palpar la forma inexorable
que detrás de la carne nos resiste
las palmas ya se quedan ciegas.
No son caricias, no, lo que repiten
pasando y repasando sobre el hueso:
son preguntas sin fin, son infinitas
angustias hechas tactos ardorosos.
Y nada les contesta: una sospecha
de que todo se escapa y se nos huye
cuando entre nuestras manos lo oprimimos
nos sube del calor de aquella frente.
La cabeza se entrega. ¿Es la entrega absoluta?
El peso en nuestras manos lo insinúa,
los dedos se lo creen,
y quieren convencerse: palpan, palpan.
Pero una voz oscura tras la frente,
—¿nuestra frente o la suya?—
nos dice que el misterio más lejano,
porque está allí tan cerca, no se toca
con la carne mortal con que buscamos
allí, en la punta de los dedos,
la presencia invisible.
Teniendo una cabeza así cogida
nada se sabe, nada,
sino que está el futuro decidiendo
o nuestra vida o nuestra muerte
tras esas pobres manos engañadas
por la hermosura de lo que sostienen.
Entre unas manos ciegas
que no pueden saber. Cuya fe única
está en ser buenas, en hacer caricias
sin casarse, por ver si así se ganan
cuando ya la cabeza amada vuelva
a vivir otra vez sobre sus hombros,
y parezca que nada les queda entre las palmas,
el triunfo de no estar nunca vacías.

Sunday, November 26, 2017

Writing in Poems: Izet Sarajlić


Traducción de Fernando Valverde


TEORÍA DE LA DISTANCIA

La teoría de la distancia la han inventado los estrictos,
aquellos que no quieren arriesgar en nada.

Yo pertenezco a aquellos
que creen que del lunes
se debe hablar el lunes;
es probable que el martes sea demasiado tarde.

Obviamente es difícil estando en la cantina,
mientras caen los proyectiles,
escribir poesía.

La única cosa más difícil es no escribir.

En Sarajevo (2013) 

Saturday, November 25, 2017

Letters in Poems: Ledo Ivo (II)




El hombre vivo


Me felicito a mí mismo por ser transitorio.

Siempre tuve miedo de la eternidad,

ese gran perro obscuro que me olfateaba las piernas

y me seguía sin morder.


Aguardando a la muerte como quien espera una carta

traida por un cartero divino,

nada tengo para las fiestas del día siguiente.

Toda mi vida fue este esperar sin fin.


Entre el sueño y el mar total, en el paisaje celeste,

solté mi cometa.

Vi el farol de mi tierra, y mi infancia entera

estirada en cien leguas delante del mar.


Nada quiero de ti, Muerte, ni aún las recompensas del otro lado

con que amenizas el fin de los que sufrieron mucho.

Dame apenas el sueño sólido de los que mueren

y son llevados a la tierra de los pies juntos.


Que la vida sea un sueño, y los sueños sean sueños

del sueño desdoblado de los que viven.

Efímero, late en el tiempo un corazón solitario

y la sombra de la tierra es poca para cubrirlo.


Versión en castellano de Mario Bojórquez 

Friday, November 24, 2017

Letters in Books: Sálvora

Una vez me escribieron una dedicatoria con una cita de Alfred Mercier que decía: "Jamás olvidamos lo que aprendemos con gusto". Comparto las implicaciones del aforismo. Nunca olvidaré la historia de Sálvora pues la aprendí con sumo gusto de una alumna,  Carmen Lampón. Fue en 2009, antes de conocer a Pilar Casas o visitar la exposición del Santa Isabel;  cuando Sálvora no era más que un verso de una canción popular. Pero desde que Carmen me descubrió su historia (la suya, la personal) a través de una presentación en clase,  Sálvora tiene nombre de mujer. Sálvora es un naufragio, un barco que se hunde sobre las rocas del bajo de Pegar el 2 de enero de 1921. Pero sobre todo, Sálvora son sus heroínas. Cuatro mujeres: Cipriana Crujeiras, María Fernández, Cipriana Oujo y Josefa Parada, y una hazaña que le valió a Ribeira el título de "Muy Noble, Muy Leal y Muy Humanitaria Ciudad" . Desgraciadamente, el reconocimiento a las verdaderas estrellas del relato tuvo que esperar bastante más.


Y de nuevo se cruza en mi camino otra historia sobre la isla, y además contada por un farero. Ay. Los faros. Virginia Woolf decía en su novela Al faro que este elemento lumínico no significaba nada por sí mismo, pero que confiaba en que los lectores lo convertirían en depósito de sus propias emociones. La escritora se daba cuenta de la potencialidad de los faros más allá del contraste vertical que ofrecen como antítesis del horizonte. Son ricos en simbología y significados conceptuales. Constituyen referentes evocadores tanto del aislamiento humano como de su contrapunto, esa interconexión que nos une a los otros. Cuando nadamos en las aguas turbulentas de la adversidad, nada nos da tanta seguridad y confianza como lo hace un faro.

En este contexto, el/la farero/a (o torrero/a) es un símbolo también de individualismo, alguien que salvaguarda la luz aún cuando las condiciones son hostiles, alguien que deja a un lado la comodidad y seguridad personales para favorecer el deber y la nobleza. Tengo, sí, esa visión idealizada del torrero como un personaje rodeado de un halo de enigma y misterio.


Por eso fue una maravilla leer  Sálvora (2017)  de Julio Vilches, farero de Sálvora desde 1980 hasta 2017. Gloria Vilches, su sobrina, explica en el prólogo como Julio se ayudó "de las anotaciones diarias de los libros de servicio del faro y los álbumes de fotos y de una voz narradora muy imaginativa que, sin ninguna pretensión y de manera muy llana, pero al mismo tiempo poética y en ocasiones misteriosa, relataba con precisión, humor y ternura los diversos acontecimientos de su vida" (p.9).

Sálvora está dedicado a Isla y Vera, las hijas de Julio, y es el relato vital desde su llegada a la isla “fascinados pero desconcertados por la falta de visibilidad" (p.13), a una vivienda semirruinosa sin inodoro ni ducha (p.14) , a “un faro artesano, un faro de fuego" (p.15) con una óptica giratoria con cámara de servicio (p.34). 

Desde ese día, la historia incluye mil aventuras en la República de Bislandia, en el territorio del Búho Solitario: Accidentes, ataques de risa, tiroteos y persecuciones en el mar (al más puro estilo Miami Vice), incendios, canciones, “tinieblas de lluvia y viento" (p.25), temporales, golpes, fiestas, baños en la playa, travesías , naufragios, juegos de escondite y descargas lumínicas. La variedad nos atrae como polillas a la luz del faro, pues descubrimos a través de su relato “en Sálvora cada día una nueva isla" (p.28).

El haz de luz de la narración va acariciando las historias de la "gente divergente" (p.34) con la que Vilches se relaciona: el jefe Adán, Francisco el Algarrobo, José Caneda, Estanislao Fernández, Carlos el Argonauta, Carmen Rosa, Rafa, José, Andrés, ... Para mí tienen especial luminosidad Emilio el astrólogo, Juanjo con su velero el Utopía, el señor Francisco o Pilara. 

Somos conscientes de que la Sálvora que nosotros conocemos nos esconde sus secretos. La narración de Vilches nos desentraña lugares mágicos como el Mirador del Venado, la Senda de las Mariposas, el Sálvora Resort o el mismo laberinto de los cristales dentro de la óptica.

Pero el faro es "un barco de piedra que navega por el tiempo" (p.77) y también a él llega el progreso , ese cuerpo negro que, implacable, va absorbiendo la incandescencia. Con melancolía vamos viendo la mecanización del sistema y los cambios administrativos.

Sálvora no sólo es una elegía a una profesión desaparecida. Es mar y cielo. Un canto de duelo a la juventud y a la constelación de sueños que nos acompaña en la vida, una "vida silvestre y experimental" (p.37) de chimenea, guitarra, cuentos, fotografía nocturna, disfraces, naufragios secos y mojados, y travesuras. En definitiva, una delicia de sal y sol perfecta para entibiar el otoño.

"Pero aquí en el faro se nota el vacío de los que se han ido" (p.103)

"Hay tiempo para la moto sierra, escribir oficios burocráticos, coser otro capillo y contestar las cartas pendientes" (p.104)

"Yo soy un nosferatu de servicio y tengo que subir a la torre para apagar su luz antes de conseguir acomodarme en la perfecta oscuridad de mi guarida" (p.82)

"No se nos borran fácilmente algunas escenas de esta tarde. Nos acostamos pronto. Nuevas y poderosas tormentas se dibujan ahora en nuestros sueños. Aquellos diluvios infinitos y los bramidos de los dioses eléctricos eran una continuación de las murallas del mar. El espectáculo de un tiempo pulverizado en un paisaje de magia y fortaleza. Sentíamos nuestros cuerpos livianos en las camas provistos de una dulce ingravidez. El placer inequívoco de la tempestad, vivida ahora a salvo entre las sábanas" (p.75)

"Hacemos una visita al guarda del refugio, al que hallamos completamente solo y con muchas ganas de contar locuras. Nuestros trabajos nos hermanan de alguna manera: somos especialistas en soledades (relativas)" (p.141)

"A los pies del Toro aparece con la marea baja un delicado istmo de arena que forma una preciosa playa de doble filo. Las rocas luminosas de este altivo islote son una referencia inconfundible en la distancia para todos los navegantes de las rías" (p.60)

"Perder una familia y quedarte luego en la isla deshabitada, en la misma isla de siempre, en la misma morada donde flotan incorpóreas las situaciones vividas, los rostros de las personas y el eco de sus voces" (p.228)

"Cambio la música y abro la ventana interior. Con la cara pegada al cristal de fuera intento descifrar la noche que existe al otro lado. El viento ha menguado y consigo sujetar media ventana exterior abierta. Ahora puedo contemplar mejor la nada más absoluta. Es una perfecta oscuridad surcada solo por los destellos del faro que se abren difícil camino a través de ella. Por unos instantes, me invade la sensación de que existe una nueva libertad que me está esperando y basta con extender el brazo en aquellas tinieblas para encontrarla" (p.230)



Para saber más:
Vídeo El farero de Sálvora (10/11/2017)
Artículo en La Voz de Galicia sobre faro de Sálvora (25/08/2017)
Artículo en El Correo Gallego sobre Carlos Abella (15/10/2017)
Artículo en El País sobre el naufragio del Santa Isabel (1/3/2011)
Artículo en El País sobre Mario Sanz, uno de los últimos fareros de España (5/4/2017)
Artículo sobre Sally Snowman, farera en Boston Light (EEUU)
Artículo sobre Gordon Medlicott, farero en Reino Unido
Artículo sobre el deterioro de los faros en EEUU

Thursday, November 23, 2017

Words in Poems: Salvador Espriu



Las palabras

Hay tristeza detrás
de las palabras, lentos carros
en hilera que llevan
restos de ti, gran tedio
de tarde de domingo,
temor al daño. Se te cierran
libros y amigos, labios
de las cosas. Aviesos
aprendices de hombres
te acosan por difíciles
retornos hacia Dios. Intentas
esconderte en el fondo
de tu invierno, donde puedas
encender con recuerdos
el último fuego. Después miras
con los ojos vacíos y piensas
en dormir. Pero aún,
a tientas, llegan
herida porcelana,
nocturna seda, y rompes,
desde un agua profunda,
voces de olvido, intacto
vidrio viejo de las palabras.

Wednesday, November 22, 2017

Words in Books: Vamos a comprar mentiras

El tema de la salud es uno de los que nos provoca mayor ansiedad hoy en día, y especialmente el impacto que tienen nuestra alimentación y los productos que empleamos a diario en ella: ¿Son los huevos la perfecta proteína o son bombas de colesterol? ¿Si el niño merienda un Actimel no cogerá catarro en la guardería? ¿Es bueno el vino para el corazón o malo para el hígado? ¿Me producirán cáncer de mama los desodorantes con aluminio?  Todo el mundo parece tener una respuesta válida a estas preguntas, y dispuesto a compartirla generosamente con el resto de sus congéneres, aunque no le hayan preguntado su opinión o no tenga ni la más remota evidencia científica que la avale. 

Cada uno que se quede con la opinión que más le convenza, pero si os apetece buscar una respuesta desde la óptica científica, leed Vamos a comprar mentiras (2016). Fue una lectura iluminadora, y por ello tengo que dar muchas gracias a Jesús García por recomendármelo y prestármelo, pues si no seguramente me hubiese pasado desapercibido. ¡Mil gracias!

Sin andarse con medias tintas, con consejos equilibrados y basados en la ciencia (la buena, no pseudociencia ni mensajes engañosos) José Manuel López Nicolás nos revela a las empresas y los intereses que han creado y explotado nuestras preocupaciones, los reclamos publicitarios que se han aprovechado de nuestros miedos engañándonos en algunos casos, provocando el pánico en otras y determinando nuestras elecciones. 


“Desde hace muchos años las industrias alimentarias y cosmética han estado mintiendo descaradamente al ciudadano con el único objetivo de enriquecerse. Si a esto se une que como herramienta de engaño dichos sectores empresariales  utilizan la ciencia, uno de los mayores valores que tiene la humanidad, la gravedad de los hechos es aún mayor” (p.11)


Así, va desgranando las verdades y mentiras sobre los alimentos funcionales (“aquellos alimentos procesados que contienen ingredientes que desempeñan una función específica en las funciones fisiológicas del organismo humano, más allá de sus contenido nutricional” (p.18)), nos expone las artimañas del marketing pseudocientífico” (p.23) y nos presenta la reglamentación existente, así como el trabajo realizado por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).

López Nicolás nos cuenta las cosas con mucha chispa y efervescencia, buscando respuestas a las preguntas cotidianas que nos asaltan cuando elegimos productos para nuestra cesta de la compra. Nos  dice verdades incómodas. Analiza probióticos, prebióticos, leches enriquecidas, bebidas energéticas, pastillas de adelgazamiento, rímel, cremas, champús y moléculas que “están siendo demonizadas cuando en realidad nos aportan mucho más de lo que nos quitan” (el colesterol y la lactosa). Examina con lupa los eslóganes de la publicidad - el título de esta sección lo dice todo: Con colorantes, con conservantes, con mucha química y otras porquerías”. No se trata de generalidades, hay nombres propios: Activia, Actimel, Pascual Bifrutas, Monster, Red Bull, Rexona o las cremas del Mercadona entre otros. Habla de asociaciones o fundaciones que junto con los medios de  comunicación fomentan la cultura incientífica, el engaño y la mentira con publicidad encubierta, editoriales alarmistas y un fomento descarado de las pseudociencias.

Nos cuenta todo esto sin abrumar, para que los profanos en la materia vayamos asimilando sin sufrir una sobredosis de información. No alecciona, más bien nos lleva de la manita para que saquemos nuestras propias conclusiones, pero los zascas esperados caen a mansalva.


 “Prepárense porque en los siguientes capítulos voy a mostrarles ejemplos de alimentos que ustedes probablemente consumen de forma habitual y en los que esta práctica es muy corriente. Se indignarán” (p.33)

“… la denominada fast food o comida rápida. Sus comienzos llegaron con la hamburguesa que, al parecer, fue inventada por el dueño de un restaurante que se había quedado sin salchichas para dar de comer a sus comensales y decidió sustituirlas por carne de vaca picada” (p.16)


Estimados lectores, apliquen el sentido crítico cada vez que vean un logo de una fundación, sociedad o similar respaldando un producto alimenticio. Háganme caso” (p.171)

Pongámonos manos a la obra y recordemos la frase de Derek Curtis Bok, expresidente de la Universidad de Harvard: “ Si cree usted que la educación es cara, pruebe con la ignorancia” (p.178)

“La segunda característica que poseen los complementos alimenticios es la ineficacia de la mayoría para cumplir aquello que prometen” (p.231)


“Mientras en muchas partes del mundo hay investigadores que, poco a poco, van descubriendo las importantísimas rutas metabólicas implicadas en diferentes enfermedades, en otros lugares hay gente que se dedica a usar el nombre de la ciencia para “otras cosas”. Ustedes eligen con qué opción se quedan” (p.240)

“… el mundo de la cosmética, un sector donde la trampa, la mentira y las medias verdades están a la orden del día, el rigor científico brilla por su ausencia y el marketing pseudocientífico campa a sus anchas” (p.253)

“Estimados lectores, el hecho de que un producto tenga un buen perfil nutricional no significa que embadurnarnos de él nos vaya a proporcionar ninguna propiedad más allá de unas buenas (o malas) características organolépticas” (p.289)

Pero el libro no se limita a exponer una situación negativa, sino que propone soluciones: “una serie de mejoras, de iniciativas, de acciones que es necesario poner en marcha de forma urgente por parte de diferentes colectivos públicos y privados, para que los ciudadanos, cuando vayan a los centros comerciales, puedan estar seguros de que no se les está engañando” (p.13). Urge que haya coherencia en los estándares de los organismos oficiales evaluadores en diferentes países (p.62); que los/as consumidores/as nos informemos y hagamos elecciones basadas en el conocimiento, y que haya más divulgación científica.

“… la divulgación científica puede ejercer un papel fundamental para que la Ciencia sea respetada. Aunque muchos lo nieguen, y a veces se menosprecie el trabajo del divulgador, gracias a su labor y a la de las redes sociales se puede llegar a conseguir que el rigor científico se imponga a determinadas actitudes que menosprecian no solamente a la ciencia, sino también al consumidor” (p.286)

Las dos últimas secciones de “Cómo evitar un fraude en cinco cómodos pasos” y “Los siete pecado(re)s capitales del fraude pseudocientífico” son mis favoritas y utilísimas si queremos saber si un alimento o complemento alimenticio cumple lo publicitado. 


“He intentado suministrarles herramientas para que su compra, a partir de ahora, se base en el rigor científico y no en falsas campañas comerciales” (p.360)



“Espero haber inculcado en ustedes un espíritu crítico hacia muchas de las propiedades publicitadas en los alimentos y cosméticos” (p.360)


Queda mucho trabajo por hacer y López Nicolás es muy claro: “o combatimos la mentira desde diversos frentes o la batalla contra el fraude no acabará bien” (p.361). Para empezar a combatir la mentira, no está mal leerse el libro, por lo menos para mirar la publicidad con un poco de escepticismo y para tomar decisiones (un poquito más) informadas.

Para saber más:

Blog Scientia, de José Manuel López Nicolás: "un blog científico en el que podréis ver las novedades científicas que, a mi modesto entender, me parezcan interesantes, pero donde también habrá sitio para la historia de la ciencia, las curiosidades científicas y, como no, para el humor"