Showing posts with label books. Show all posts
Showing posts with label books. Show all posts

Wednesday, August 28, 2019

Literary Walks (VIII): Paris

Dicía Walter Benjamin que París é a gran sala de lectura dunha biblioteca que atravesa o Sena. O certo é que alén de presumir de ser a cidade coa maior densidade de librarías por habitante do mundo,   a Ville Lumière exhibe con orgullo as pegadas de Balzac, Proust, Baudelaire ou Hugo.

Aquí vos deixo unha proposta de itinerario literario por cafés, librerías, bibliotecas, cemiterios e rúas para colleitar versos e palabras da man ao corazón.

Á parte de ser un edificio precioso, contén unha das coleccións máis completas do século XIX e primeiros do XX. Agora mesmo (ata o 22 de setembro) teñen unha exposición sobre Berthe Morisot que merece moito a pena -un dos destaques son os seus cadernos de esbozos e apuntamentos.





2. LE BATEAU IVRE
Na 4 Rue Férou atopamos a poesía de Arthur Rimbaud en liberdade, escrita nos muros. Rimbaud compuxo este poema cando só tiña 17 anos e envioullo nunha carta a Paul Verlaine. Jan Willem, calígrafo e artista, inmortalizouno nun gran formato no muro que permite lelo de vagar e gozar da alegría e a decadencia mesturadas nun mesmo texto. Por que esta localización? Porque Rimbaud o recitou por vez primeira nun restaurante (desaparecido) preto desta rúa o 30 de setembro de 1871.

 

2. CIMITIÈRE MONTPARNASSE
Aínda sen gustarvos os cemiterios tanto como a min, pode que vos interese descubrir os epitafios que elixiron os persoeiros enterrados alí: Charles Baudelaire, Samuel Beckett, Tristan Tzara, Georges Schehadé, Marguerite Duras ou Julio Cortázar entre outros.

O cemiterio Montparnasse é un lugar fermoso, un dos pulmóns da cidade con árbores frondosas flanqueando as avenidas. Sempre podedes atopar algunha sorpresa inesperada, como este libro bookcrossing que encontrei na tumba de Antoine Haumont, xeógrafo francés.


3. L'ENTREPÔT
Preto do cemiterio de Montparnasse, na rúa Francis-de-Pressensé, 14e encóntrase L'Entrepôt, un espazo cultural fundado en 1975 por Frédéric Miterrand onde podedes gozar de actividades varias: xantar na terraza, ver filmes en versión orixinal, ir a concertos de jazz, asistir a un serán poético ou a un café filosófico.



4. LIBRERÍAS, LIBRERÍAS E LIBRERÍAS
Les Oiseaux Rares, a Librairie Anglophone, a Librairie Nicole Maruani, os bouquinistes, a Albin Michel e a librería da Bibliothèque François Mitterrand foron algunhas das paradas desta viaxe.






 5. LE CAFÉ DE LA MAIRIE
Situado na praza Saint-Sulpice, ofrece unhas vistas privilexiadas da igrexa e da fonte. Se tedes a sorte de estar na cidade un martes, poderedes asistir aos "Mardis littéraires de Jean-Lou Guérin", onde un ou dous autores/as presentan o seu libro.  É interesante porque este evento está organizado por un lector e que permite á súa vez que os/as autores/as invitados/as elixan á persoa que animará o encontro. 


 5. XARDÍN JAMES JOYCE
Moi preto da BNF, atopamos o pequeno xardín James Joyce, que agora comparte espazo co xardín da memoria, un recordo dos nenos/as da bisbarra aos 14 nenos/as e 3 adultos que morreron nun incendio do Bvd. Vicent Auriol.




6. HOTEL DU QUAI VOLTAIRE
As placas da fachada recórdannos que Voltaire finou neste lugar e que Baudelaire, Sibelius, Wagner e Wilde se aloxaron nas súas estancias ao seu paso por París.



Desde logo cómpre unha visita á Maison de la Poésie e ás bibliotecas Mazarin e François Mitterand, pero a estes espazos dedicareilles a súa propia entrada.

Alén disto, se camiñamos atentos á poesía, ésta encontraranos en cada recuncho da cidade.








Para saber máis:


Wednesday, August 21, 2019

Books in Books: Rialto, 11


"Yo tenía una librería en Sevilla" (p.9). Así es el elegante comienzo de Rialto, 11 de Belén RubianoUna serie de 41 episodios de unos 10 minutos cada uno en el que nos hace un retrato vívido -tierno y duro a un tiempo- de sus dos maneras de leer.

La historia pasa por una biblioteca, una imprenta, una librería (central, por supuesto), cartas manuscritas, críticas, recomendaciones e interacciones con personajes variopintos: Lectores, ladrones, niños que vienen a ver el libro de Anne Hopper, la señora de Burgos, José Luis, César Romero o un señor que monta un laboratorio fotográfico para leer en paz. Habitantes de un barrio que podría ser el nuestro y que se vería enriquecido por una librera con un gusto tan exquisito y una pizarra tan descarada como los de Belén Rubiano, la mujer que parece escribir con la misma habilidad con la que habla, en un tono cercano, con claridad fotográfica y sentido del humor. 

Esa sinceridad y candor hace que nos duelan sus caídas de  "caballo de Damasco" (p.55). Duele también el presentimiento desde la primera página de que la tela que se va tejiendo con mimo, con dedicación y buen hacer, con "episodios de los hilos invisibles" (p.138) se va a acabar desgarrando en un clímax dramático.

"Lecciones de vida", decía la propia Rubiano en la presentación en Moito Conto el pasado 8 de agosto. Lecciones de vida y "almas tan inocentes que, cuando las encuentras no sabes si...". Ay, ay.

"Se anhela lo que nunca se ha tenido y se añora lo que se tuvo y se perdió. Hay tanta buena suerte en todos los rincones del verbo añorar que si la juventud no está para arruinarte por pagar su uso, no sé para qué otra cosa puede valer. De verdad que no" (p.15) 
"A pesar de mi juventud, ya sabía que quienes habían apagado muchas más velas de cumpleaños que yo a menudo defendían con más bravura un capricho que sus verdaderas creencia, si es que las tenían" (p.23) 
"... las librerías que ahora amamos las ha inventado la soledad moderna y la necesidad imperiosa de margen comercial" (p.28) 
"Lo que ese día comprendí es que, al ir viviendo, descubres que las frases hechas son en sí mismas arquitecturas vivas que se adaptan, como una segunda piel, a una geografía real de la experiencia que antes o después es para cada alma su propio campo de exterminio" (p.64) 
"Una de las muchas lecciones que aprendí allí es que, si uno no quiere, no escarmienta nunca ni falta que hace" (p.68) 
"No es sencillo distinguir, pero se puede, entre las voluntades que se llevarán a término de las que han de quedarse en vida soñada" (p.75) 
"Porque envejecer implica, creo, entre otras muchas cosas, la necesidad de encontrar con quién estar callado y el cultivo hacendoso de dicha compañía" (p.133) 
"... cumplir lo que se promete es el camino más corto para prometer cada día menos" (p.185) 
"Es que vivir desgasta, pero no suele pulir a casi nadie, nada más" (p.236)





Para saber más, reseñas de verdad:

Tuesday, August 20, 2019

Hands in Books: La escala de los mapas


"Ninguno de los libros de este mundo
te dará la felicidad,
aunque ellos te muestran clandestinamente
el camino de regreso a ti"

Trazar con compás la línea del paralelo buscando su cruce con el meridiano y, en esa travesía del grafito,  diseñar el espacio y el tiempo propios, llenándolos de la carga ideológica que una desea. Perder la ubicación, desdibujar la ruta marcando, paradójicamente, el inicio de un periplo que lleva a la conquista de un espacio propio que ni siquiera es tal. Es la propuesta de Belén Gopegui en La escala de los mapas (1993).

Un libro esférico que es el plano de una conquista. Cardioestrategia militar precisa que no busca la muerte sino la victoria, ganando terreno con cada incursión. Liderando el campo de batalla, un personaje-imán, Sergio Prim, que marchita nuestra rosa de los vientos y nos descoloca el norte sentimental. Es un "detector de paisajes" (p.62) obsesionado por las escalas, las lindes y los números, tanto los cotidianos como los olvidados (el margín). Huye de la felicidad y del amor buscando el refugio de la invisibilidad y la nulidad, la metáfora que lo lleve a la evasión.
"Un hombre camina solo hasta llegar a perder la noción del número que marca su soledad" (p.17)  
"Yo conocía la soledad geométrica: las doscientas cincuenta y cinco calles, las seiscientas doce esquinas, los cuarenta aljibes de mi apartamento estaban solos" (p.163) 
"No sé qué hubiera podido ocurrir si el dolor fuera una cifra constante" (p.193)
Prim busca una manivela, un interruptor, una fractura, un  intersticio en el que parar, descansar y salvarse. Un hueco.

"... el hueco deber ser un estado semejante a cuando nos movemos bajo las mantas, y fuera hace frío pero en el interior de la cama, como el aire, se agita y nos roza una temperatura que es la justa, la que la sangre quiso y propició en sueños" (p.108)
Un hueco para un hombre que es un "territorio exhausto" (p.137),  "una guerrilla proscrita y sublevada" (p.15), un "alma abollada" (p.166) dañada por la intemperie, que aspira a "robar un centímetro del metro de platino, un grano de la arena del reloj" (p.155) a cualquier precio menos el justo.

Una "autarquía de repliegue" (p.25) rige las decisiones de este hombre introvertido, manantial subterráneo. Busca los fragmentos, impide el acercamiento y evita que nadie le pise la cuadrícula negra de su página, pues teme la continuidad, la rutina, el hartazgo. 

Su contrapunto es Brezo "el-amor-sin-sitio" (p.31), encontrado en una suposición, en una región de su soledad. Ella es 9 años más joven, práctica y ágil. Paciente y constante, aparece en cada evocación   -cuerpo, pasión y presencia adorada. Prim, por su parte, es más soñador que ilusionista por mucho que esperemos el truco final. Nos entretiene con sus cuadernos de evasiones, sus delirios de atravesar el mundo siguiendo un itinerario de piscinas, o con sus mitos matemáticos. Pero fracasa en su escape de la realidad, esa mala actriz ("La vida es sospechosa, conviene no creerse nada" (p.72)). Era predecible, pues en esa empresa las escalas, la latitud y la longitud no sirven como herramientas para crear la pureza de sentimiento a la que él aspira.
"Manos en retirada soy, cuerpo en retirada, separado en medio del tráfago de cuerpos, porque no me enseñaron a besar las mejillas ni a aferrar antebrazos ajenos. No sé abandonarme, ni siquiera en el deseo, ni siquiera desvaneciéndome en ti. Yo entro en el deseo y tal vez descanso, pero enseguida se enciende un cerco luminoso, un resplandor naranja e intermitente que me incita a cruzar, a correr" (p.24) 
¿O es que "tal vez toda conquista es una pérdida?" (p.160). La verdadera pérdida la sufre el lector, desorientado en las cuadrículas heridas, en los giros vertiginosos, hipnóticos del compás y la pluma de Prim/Gopegui. Quizás en el "Accesorio 127"el niño que mira al final de las vías seas tú. Solo necesitas diluirte en las curvas de nivel, en los espacios entre las palabras que ocupan las 213 páginas de La escala de los mapas.
"El amor no nos arrastra sino que nos empuja al lugar hacia donde, solos, nos acercábamos temerosamente" (p.25) 
"... querer, por más que otros afirmen lo contrario, es rendirle tributos al desconocimiento" (p.49) 
"Brezo, yo soy un hombre pequeño, pero tengo la sensación de que tú me representas en una escala todavía más pequeña, con lo cual parezco muy grande. ¿No podrías cambiarla? ¿No podrías aumentarla un poco, o mejor, aumentarla mucho, aumentarla hasta que, en tu recuerdo, yo figurase como el punto que designa a un pueblo en un mapa minúsculo, la réplica microscópica de un Sergio Prim borroso, lejano, casi inexistente?" (p.30) 
"Todo "te quiero" entraña una promesa y las promesas nos dañan, pues dividen la vida en momentos de obediencia y momentos de traición" (p.74) 
"El amor se autodestruye no para sobrevivir sino para vivirse; no a la manera del grano de trigo que cae en tierra y da la espiga, sino como el cohete que arde en el cielo, y en el arder existe y se da muerte" (p.75) 
"Pero el símbolo ajado es todo cuanto podemos palpar. Brezo, cuando la pasión termina, se repliega en objetos: prendas, regalos, cartas. Y si uno desconoce el hueco, el canal que comunica los objetos entre sí, entonces un objeto es un objeto, forma de ruina. Que mi pasión no se repliegue, amiga, que mi pasión fluya por un espacio blanco y libre de realidad, por esta ruta apaisada que voy trazando" (p.79) 
"Quererse no puede ser fundirse entonces: quererse no suele ser más que una desorganización organizada, Brezo, coincidencias" (p.155) 
"... es la vida posible y minuciosa. Pero ven y duerme cuando la tarde cae. Que no te despierte el tiempo sino que lo despiertes tú: ésta es la cámara de la música. Y luego se suceden los inviernos. Hay que seguir; conviene decorar las estancias más frías. Pero tú no te has ido. Como una manecilla fina y dorada estás conmigo, dentro de mi reloj" (p.179)

Muchas gracias, "Apatticus Finch" por esta recomendación literaria que sube al top 10. 
¡Muy agradecida! 

Monday, August 19, 2019

The Heart in Books: Mar de Lira



Si dejo elegir a mis pies
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar.

Francisco X. Fernández Naval leva pintadas nas mans as caricias do mar. En Mar de Lira (2005),  entérraas na orela, no límite entre o seco e o mollado, unha posición privilexiada desde a que crear os versos dun espazo a un tempo intimamente persoal e vastamente universal.

"O mar de Lira é ancho
ocupa a vista toda que se abrangue ante os ollos,
(...)
No mar de Lira hai penas afogadas
mágoas secas, memorias que esqueceron
a sucesión das ondas e hoxe dormen
na sombra azul das Cabaleiras" 
(p.11)

Rapsodo experto, con precisión tensa, traza co índice as liñas dinásticas de pescadores, estirpes de homemar con nomes propios: Ignacio, María, André, Lestón, Bernaldo, Diego ou Xoanciño.

No puño recolle presadas de area enchoupadas da auga que lambe o perímetro das Lobeiras, de Forcados e do tómbolo de Fisterra.

"o mar nunca é un final,
só un rumor sen tregua"
(p.13)

"mar que só lle da sal
e calendarios enxoitos de espera"
(p.15)


Estende a man e convídanos a unha singradura emocional, a "navegar sobre a nada / (...) sobre o gume dun eco" (p.19). Unha viaxe sensorial de bucinas e faros; de andoriñas, gaivotas e golfiños - "Presencias transparentes que axiña se ausentan" (p.105) -. O aire tanto sobra como falta e o sol non sempre axuda a curar a nostalxia nin os "días de ferro ou de tristura" (p.31). A ausencia, os silencios, a nostalxia, a soidade e a morte pican coma o salitre na pel.

"Por fóra dos petóns
ninguén agarda,
só a brétema 
que ás veces rebenta nos corazóns
coma unha saudade
entre horas"
(p.25)

Nesta viaxe afectiva o poeta combina a súa voz cos sons do mar - a "vaca" de Fisterra, os ecos da borraxeira- e a rapsodia de tristura fainos devecer por enterrar de novo os pés na area. O poeta sábeo e amasa as vogais e a densidade das consoantes para darlle a calidez do abrazo, das olladas, o amor e os soños.

Porén, a estabilidade, a constancia da terra firme non é tal.

"No aparador garda a mágoa dos días navegados" 
(p.77)

"... no insomnio
deste bosque que se incendia ou nese curro de estrelas
que se apaga"
(p.81)

Rómpese a dicotomía terra-mar. A terra é variabilidade, o mar constancia e esperanza, e os nosos pés, coma os de Jorge, lévannos camiño do mar, do mar de Lira.


Para saber máis:
  • Autobiografía de Francisco X. Fernández Naval na AELG
  • Entrada en A noite branca, páxina persoal do escritor Francisco X. Fernández Naval
  • Entrevista por Xosé Iglesias na illa Lobeira

Wednesday, April 10, 2019

Letters in Books: Preferiría ser amada

Preferiría ser amada (2018) es una golosina de papel que apareció misteriosamente en mi mesa. Editada por Nordica Libros, traducida por Abraham Gragera y bellamente ilustrada por Elia Mervi, la antología reúne poemas y cartas de Emily Dickinson Recoge también, por primera vez en castellano, los envelope poems, de los que os había hablado aquí. Esos pequeños textos, como los comecocos de nuestra infancia, permiten lecturas múltiples según los pliegues y despliegues del papel.



"El mito"sobre la poeta de New England enfatiza la aparente paz doméstica, la calma y la soledad del universo que dibuja en su poesía y su millar de cartas.

Otros preferimos crear nuestra propia historia de enfermedad en la que ella diseña sus mecanismos para vivir con ella, envolviendo su pathos en grandeza. Una Emily menos esquiva, igualmente ingeniosa, creativa e infinita. La Emily juguetona que nos oculta la identidad de un misterioso "Master" que aparece en tres de sus cartas. Menos adorable, menos icono. Más compleja y peligrosa -"My Life had stood – a Loaded Gun –". Tan íntima como seductora.
"Siempre que el sol brilla y siempre que hay tormenta, y siempre siempre, Susie te recordamos ¿y qué más hay aparte de recordar?" (p.22)
"... porque hay algo perenne en aquellos a quienes amamos de verdad, una vida eterna, vigor; como si de ellos se alejara cualquier enfermedad, cualquier quebranto, como si ningún mal se atreviera a hacerles daño..." (p.24)
"No temas dejarme sola, estoy acostumbrada a desprenderme de cosas que imagino haber amado (...) Mi corazón, por tanto, sangra con tanta frecuencia que la hemorragia no ha de importarme, y lo único que hago es añadir una agonía a las anteriores, y al final del día me digo: ¡estalló una burbuja! (...) y los corazones se achicharran, se convierten en cenizas- aunque hayan ardido gustosamente-..." (p.27)
"No siempre sabemos dónde está la fuente de la sonrisa que fluye hasta nosotros" (p.52) 
"Una carta se me antoja siempre parecida a la inmortalidad, porque la mente está sola, sin compañero corpóreo (...) Quisiera darle las gracias por su inmensa bondad, pero intento no aupar nunca las palabras que no puedo sostener" (p.53) 
"La vida es el secreto más delicado. 
Mientras ella dure, nuestro deber es susurrar" (p.62) 
"Si tuviéramos menos que decirles a aquellos que amamos, quizá lo diríamos más a menudo, pero viene el intento, después de la inundación, y luego todo ha terminado, como suele decirse de los muertos" (p.78) 
252 [sobre]
"En esta breve Vida
No más larga que una hora
Cuánto - cuán poco- 
Nuestro poder atesora" (p.85)
In this short Life
that only lasts an hour
merely
How much - how
little -is
within our 
power (p.117)

Muchísimas gracias, Nine Paz, por esta delicia.

Friday, April 5, 2019

The Heart in Books: Feliz Idade


Hai un libro-bisagra:

"O tempo actuou coa lección dunha bisagra: o primeiro día que ti puideches, con grande alborozo, baixar soíña as escaleiras da casa foi o día en que el non puido baixalas só" (p.7)
A bisagra non é de metal, senón lixeira, bolboreta con ás inzadas de terminacións nerviosas cuxo po non deixa pegada. Abren e pechan, e con cada movemento accedemos á verdade e transparéntase a beleza. A fermosura da negociación entre entradas e saídas do corpo e do corazón para conseguir que "toda herdanza sexa a do amor e non a da propiedade" (p.9). Porque as ás son unha do pai e outra da filla, pero o corpo central é o da "mamá" á que vai dedicada o libro, da que escribe, da que le, da nai.

A felicidade non é tan elusiva se a pensamos como a feliz idade na que a bolboreta desprega con plenitude as súas ás complementarias, eros e thanatos. A felicidade é entón unha celebración profundamente humana do nacemento ao tempo que enfrontamos o medo e a dor ancestral da ausencia.

A bisagra non pesa, é etérea. Unha lixeireza benvida que Novo consegue usando o poder da palabra para destilar toda a vida nun momento poético. Devastadoramente declarativa por veces - outras confesional e reveladora. Non hai parpadeo nos ollos, sería un obxectivo demasiado fácil. Cada golpe das ás son ciceladas de lírica matemática para acceder á verdadeira meta: deixar o corazón lisiño coma un canto rodado erosionado polo tempo.

Hai espazos entre os versos, bocados de aire, pausas necesarias. Pero, non nos enganemos, se erguemos os ollos da páxina, sentiremos a vertixe da exploración sen concesións nin adobíos. Estamos a asomarnos ao borde dos cantís.

Hai un libro-bolboreta e a súa iridiscencia alegra á mesma feliz-idade.

"... e báteche o corazón por primeira vez
coma se caera unha pedra no centro do mundo"
 (p.17)
"Ah       e agora
que teño dous corazóns
vou saber por fin como latexa un leiro en primavera
cando rompe a herba e tódalas substancias subterráneas
poñen a funcionar a poesía de verdade os seus
               ventrículos que non se ven
o sistema circulatorio da rima interna tan profunda
coma o corazón do tubérculo agora
que teño dous corazóns" (p.22)

"Antes de que ti chegues 
as ascuas deixarán de estar en ascuas para acenderte a ti
e a morte non terá dominio como dicía Dylan Thomas
corazón"( p.36)

"Porque á fin
papá
te dirixes a min sen orde nas túas ordes
e desfás a sintaxe igual que debullabas fabas
e todo cobra o senso profundo daquilo que non ten lóxica
nin está sometido a nada"  (p.60)

"Eramos tres: meu pai, eu e a vida.
Eramos tres: meu pai, eu e a agonía.
Eramos tres: meu pai, eu, e o meu amor que viña" (p.67)

"Porque na beleza da terra escriben con tinta
os vosos corazóns
eu aprendo" (p.96)







Tuesday, April 2, 2019

Words in Books: Hotel para coleccionistas discretos



Diego Giráldez abre a súa segunda entrega, Hotel para coleccionistas discretos (2019) cun paseo para afrouxar as pernas:

"Non soporto a mañá con ese olor a carne frouxa. Gústame saír polo portal e evitar a colonia barata desas horas. Porque cheiran a colonia de droguería lanzada por unha deportista famosa" 
É unha boa cousa porque, como xa fixera nos relatos de Galería de saldos (da que falaramos aquí), colócanos nun ángulo incómodo e desacougante desde o que observar o desenvolvemento duns acontecementos envoltos nunha atmosfera  perturbadora, dun horror latente.

Un Continente que alberga a seres desprezables, insolentes, cínicos e solitarios:  Amalia Valverde, Andrés Caibo, Eduardo Lapique, Martín Lombao, Carlos Mora e Manuel Arce, "os meirandes coleccionistas de antollos da patria" (p.18). Asesores, xornalistas, traficantes de órganos e empresarios con  "vida[s] de fume" e "axenda[s] insoportables" (p.43), cuxos pulsos se aceleran ante a perspectiva dunha nova peza para as súas coleccións.  Tan aburridos de xuntar cacharros que, nun momento dado, deciden coleccionar emocións.

"Acumulamos obxectos inútiles e ninguén nos obriga a sentirnos orgullosos deles. Rexeitamos a idea dun obxecto final que remate a colección porque suporía a rendición. Por iso nunca damos unha colección por pechada. A vida é gris se non hai ambición" (p.34)

Neste universo baleiro, os hoteis son "cárceres da distancia" (p.35), os homes controlan todo "menos a súa conciencia" (p.38), os mortos levan lentes do sol, a plenitude é un disparo no peito, os voos fanse en albornoz, os mendigos recitan a Wilde e a crueldade son unhas costas pegadas a unha bañeira.

Neste cosmos, o Continente é "máis fráxil que nunca. É de cerámica de vidro, de casca de ovo, de xiz, coma o equilibrio da natureza, coma Somalia" (p.39). Cunha voz por veces densa e por outras conversadora empúxasenos á exploración das profundidades crípticas da psique de personaxes descolocados por unha existencia azarosa.

Giráldez ten unha habilidade especial para meternos na cabeza dos seus narradores orballando o relato con ironía, pingas de humor e lirismo. Remata a historia e queda unha pensando nas coleccións propias, se o cuarto que ocupas no Continente non precisa airear, e se a túa maleta non gardará xa demasiadas penas no seu interior.
"un matrimonio intenso inaugurou unha tenda de produtos ecolóxicos chamada Quinoa eres tú" (p.26)
"...colleu unha das coroas e, igual ca unha acabada de casar, lanzouna cara atrás mentres dicía: "A ver quen é o seguinte" (p.17) 
"Foi unha elección acertada: do deber de finxir ser feliz a xornada completa conseguiu selo de verdade" (p.49) 
"Aquel par de mendigos cheiran dende aquí. Que barbaridade. O que parece máis novo leva un cartel ben simpático, dende logo: "Produto Interior Triste" (p.64) 
"Non é unha cidade cunha grande historia; un século, nada máis. Por iso ninguén se atreve a organizar aquí unha festa medieval. Todas as rúas teñen nomes compostos e ridículos: rúa dos Motivos Suficientes, avenida das Náuseas Constantes, rúa do Lavabo de Traidoras" (p.79) 
"Foi unha das últimas noites da nai de Lara Escariz, que un día decidiu nacer para manter en pé un negocio, repudiar os hoteis de medio mundo, coleccionar para ter unha escusa, enfermar e morrer. esa foi a produción da súa fita. A tristura da mecánica" (p.91) 
"Unha maleta aberta sobre a cama dun hotel é un adianto da melancolía. Para ben ou para mal, penas pegadizas quedan amarradas a cada unha das roupas que volven á casa" (p.103)

Wednesday, March 6, 2019

Words in Books: Amuras



Amuras (2018) llegó por casualidad, como esa embarcación de la portada que con suavidad parece que va flotando a la deriva. Pero las olas hacen su trabajo constante y arrullan los versos empujándolos hacia quien los necesita.

Amuras es la performance lírica de Vita Martínez, un espacio que es un costado desnudo hilado con huesos de letras. Mayúsculas, minúsculas, negritas y cursivas sin barnices ni afectaciones. Cadenetas de palabras que preparan una emboscada de flores y espinas esperando ser habitada. La generosidad explícita, una canción de supervivencia, felicidad y compañía. La fragilidad, la ausencia y el dolor que pinchan y nublan sin atenazar ni secuestrar. 

Porque envolviendo esa arquitectura, esa caja torácica de palabras, palpitan las coordenadas del silencio y en ellas intuimos el ritmo del corazón. No bombea su sangre para los otros poetas sino para aquellos que sienten, para los nómadas que están dispuestos a acariciar las caligrafías del alma y conformarse con el recuerdo de la suavidad de su plumaje mientras observan como se elevan libres.


"Escribía estas palabras, mientras mi padre se moría.
Las letras están húmedas de lágrimas
(p.17)

"No sé negarte.
Tu voz me importa,
tus palabras me alimentan y me arrastran,
tu mirada me viste y me desviste,
tu piel me acaricia y me repele" 
(p.23)

"A veces, sucede que no nos llegan las palabras.
Esto ocurre (sobre todo) con los afectos y las ternuras
(p.51)

"Antes de la palabra,
duerme el silencio..." 
(p.65)

"Existen palabras y palabras...
Algunas necesitan de silencios profundos para decirse.
Otras no..." 
(p.67)

"Sé lo que cuestan las palabras.

Buscar las adecuadas.
Decirlas.
Dibujarlas.

Yo las fabrico.
Las colecciono.
Pero me faltan,
a veces" 
(p.101)

Tuesday, January 22, 2019

The Heart in Books: Memorias habladas, memorias armadas

"Concha Méndez era un nombre de los que llenan el momento que se está viviendo, de los que se conocen antes de haber visto" (p.7)



Concha Méndez (1898-1966) se muestra en el libro  Memorias habladas, memorias armadas como una mujer audaz e innovadora, con "desplantes de rebeldía" (p.17). Un espíritu independiente sin fronteras cuyos recuerdos rebasan los límites de la nostalgia para convertirse "en la columna vertebral de su identidad" (p.14). Entusiasmada por "el recuerdo de su vida" (p.16), cultivó la memoria, de ahí que Paloma Ulacia Altolaguirre optase por grabarla y gestionar así la obsesión por el pasado, el deseo de ser escuchada.
"A través de estas memorias quiso regresar a España y encontrar el lugar que le correspondía dentro de la historia literaria de su país; quiso romper las barreras del tiempo para reunirse con los lectores de hoy, y posiblemente de mañana, que gusten de la poesía" (p.20)
De ascendencia gallega, la mayor de 11 hermanos, Concha Méndez nació "en medio de la modernidad" (p.28) y al contrario que su abuela, se zambulló en ella y se pasó la infancia barajando geografías y sueños.
"Recuerdo la visita de un amigo de mis padres. Al presentarnos al señor, éste preguntó a mis hermanos: "Pequeños, ¿qué queréis ser de mayores?". No recuerdo lo que contestarían, pero viendo que a mí no me preguntaba nada, teniendo toda la cabeza llena de sueños, me le acerqué y le dije: "Yo voy a ser capitán de barco". "Las niñas no son nada", me contestó mirándome. Por estas palabras le tomé un odio terrible a este señor. ¿Qué ese eso de que las niñas no son nada? Yo era una niña que estaba inconforme con mi medio ambiente" (p.24)

Los mapas de la escuela
todos tenían mar,
todos tenían tierra.
¡Yo sentía un afán
por ir a recorrerla!...
Soñaba el corazón
con mares y fronteras,
y misteriosas selvas...
Soñaba el corazón...
¡Oh, sueños de la escuela!
(p.26)

Al hilo de una sucesión de anécdotas, vamos reconstruyendo el tejido de una vida intensa: el impacto de las primeras lecturas a los dieciséis años, sus inquietudes artísticas (pintura, escritura), su breve experiencia en la universidad a través de la literatura geográfica, las escapadas y fugas, los paseos por la Castellana sin sombrero, sus ansias de cambiar el mundo, los trabajos en la imprenta con Altolaguirre, los premonitorios sueños de muerte, las bombas de guerra, la vejez, el intento de suicidio y el anhelo de vida posterior. Todo ello salpicado de humor y un  derroche de vitalismo contagioso. 
"Y yo no sé por qué aquel absurdo de llevar la pena en un trapo (...) hasta que un día que andaba por aquellos caminos, por aquellas veredas arboladas, empecé a correr dando saltos, la gasa de atrás, la pena, subió al aire y se enganchó en la rama de un árbol. Luego empecé a pensar: cuando alguien lleve luto o le pase algo, le voy a decir: "Mire, no se preocupe, haga un acto simbólico: cuelgue la pena de la rama de un árbol y se acabó" (p.33)
"La gente dice que soy surrealista. Lo que me pasa es que nací en un mundo que me obligó a la evasión y de repente, como si fuera una protesta ante lo que estoy viviendo, como si me doliera algo, me pongo a hablar cosas que llaman extravagantes" (p.32)
"Tengo un concepto de la vida extraño (...) La vida es un camino. Al nacer, nos encontramos con los padres y hermanos que nos acompañan. Luego, más adelante, con los chicos del colegio. Seguimos el camino. Y todo según lo encontramos, después lo perdemos: a la familia, no. Más adelante, uno encuentra amores y amigos. Pero llega el momento en que cada vida es un destino: mi camino es uno, el camino de la gente que encuentro es otro. Los caminos paralelos no se tocan. Hay un momento de fuga; nos separamos y no hay más remedio; mientras tanto, hemos estado juntos. El momento de fusión es lo que importa; luego, el recuerdo de aquel momento" (p. 38)
Una mujer sociable que se relacionó con Buñuel, Lorca, Alberti, Maruja Mallo, Alfonsina Storni, Altolaguirre, Cernuda o Vicente Aleixandre entre otros; viajera (Londres, Buenos Aires, Montevideo, Cuba y México) que llevó "vestidos de papel" (p.65) y el mono azul de trabajo, la misma que se echó a nadar cuando no quiso hablar de literatura (p.81). Fuerte, asertiva, empoderada, dinámica,  entusiasta y con una inspiración y creatividad que le salían a borbotones.
"Casi siempre, en toda relación de pareja, el hombre es el dominante; y resulta que un día Manolo me dijo que sería mejor que yo estuviera sola, porque él me daba sombra" (p.124)

"... los poemas me salían involuntariamente" (p. 47) 
"Es como que soy como si fuera un saco que empieza a llenarse y de repente revienta; entonces la poesía sale por los dedos, se coge la pluma y sale" (p.54) 
"Cuando murió mi madre enfermé, no sólo de los nervios, sino de pena. Lloré días enteros. Me habían avisado que estaba enferma de cáncer, pero no se recuperó. Le escribí un grupo de poemas, como cuando perdí a mi niño" (p.115) 
"Escribí en pocos días doscientos poemas" (p.149) 
"... porque no hay mejor manera de leer poesía que dejando caer las letras, una a una, sobre la plancha" (p.96) 
"... durante el amanecer habían pescado atunes y uno de los marineros se me acercó con el corazón del pez aún latiendo en la mano. Nunca olvidaré aquellos ojos azules del marinero, ni el corazón que me entregó" (p.67)
Para saber más:

Saturday, January 19, 2019

Words in Books: Todo isto antes era noite

A publicación non parece ser unha prioridade para Lucía Aldao, poeta no sentido orixinal do termo: creadora e facedora dun produto literario oral, para ser recitado ou representado. Trasladándoo aos nosos tempos, unha poeta que é maker. O termo acáelle ben á artista, que sempre se centrou máis na performance, o recitado ou a actuación musical que na perdurabilidade do texto escrito.

Gozamos con esa faceta efémera dos seus textos que se esvaen no ar ou se dilúen na choiva que esvara polos muros composteláns, pero é certamente un luxo poder ter entre as mans Todo isto antes era noite (2018) nunha edición esmerada de Apiario onde a numeración das páxinas, as fotografías, e mesmo os caracteres teñen nome de vida. 



Para entrar no ximnasio literario de Todo isto antes era noite, cómpre desamarrar os cordóns, espirse e prepararse para alternar entre a palestra e o estrado nun xogo intelectual que comeza no punto dun interrogante que é tamén bala.

O mesmo título nos agoira cal é o peso que imos ter que erguer: o da noite como emblema, que é pasado pero que nos acompaña nunha presenza ambivalente, ruda e etérea.

"Eu ó teu país fun brillar 
e soltáchesme a noite para que me trabase" (p.9) 
"A noite é un zulo,
pero un zulo con vistas" (p.12) 
"Hai vidas tan preciosas que non merecen a súa propia noite
e noites coma vidas onde a lúa é unha áncora" (p.59)

Sen descanso, exercitámonos nunha carreira pola cosmoloxía dunha noite sen lúa nin estrelas onde a luz vai in crescendo de sección en sección: "Velvet, Backstage, Chroma, Rúa Independencia, Artillería, Estacada". Unha tensión central que nos obriga a un salto de altura para pasar do intimismo ao activismo, apoiados na pértega dunha infraestutura intertextual na que empatan Tabucchi, Serrat, as cantigas de amigo, cancións e ditos populares.

Suamos nas loitas e ximnopedias de atléticos versos libres que agochan entre xogos de palabras o segredo que nos engana, esquivo.
"Ponlle nome ti a todo o que non pagou a pena,
atrévete a facer da palabra líquido de contraste"
(p.10) 
"Ben ves que hai versos que os patrocina un puño.
Para que ese verso brille, desdouras as palabras" (p.11) 
"Eu rodeeime de palabras por todas partes menos por unha
e desde alí controlo cabos e golfos do teu corpo" (p.25) 
"(As palabras son anacos de pan que vou soltando entre os poemas
para saber volver a min cando esta forza falsa me abandone.
Tan débil con b coma con v)" (p.27)
Versos que amalgaman o sorriso cos golpes, que nos sansanican entre o que era noite e agora é luz, a luz amarela ácida, eufórica, química, subversiva e rebelde das gardas do libro físico. Versos que nos falan de aniversarios que se miden en bicos, non en anos (p.13); pupilas que levedan (p.19); tenrura en usufruto (p.26) e identidades que non veñen para quedar nin marchan para marchar (p.39).

Remata o entrenamento e queda unha agradecida á ximnasiarca Aldao.

Que sorte temos
de ler isto
pola parte que nos toca.



Para saber máis:

Thursday, January 17, 2019

The Heart in Books: Sostiene Pereira (II)


Hace poco más de un año descubría la belleza intensa de una narrativa que combina la delicadeza y el desasosiego, la novela Afirma Pereira (1994) del italiano Antonio Tabucchi (1943-2012) que os conté en esta entrada anterior.

A través de las mismas manos me llegó también la versión en novela gráfica de Pierre-Henry Gomont (2017), traducida por Carlos Gumpert. La materia prima -el texto original- es brillante, pero la novela gráfica de Sostiene Pereira es igualmente magnífica, una antología de ilustraciones que permiten varias lecturas, uniendo a veces una línea de texto con doce imágenes o una imagen con múltiples diálogos. 

Es de un lirismo delicioso, con ilustraciones de fuego e hielo que van desde la calidez de la luz de los tonos ocres y naranjas de los edificios lisboetas a la frialdad de la noche del régimen salazarista en azules y verdes estremecedores. La capa simbólica de las múltiples almas de Pereira se mantiene de principio a fin hasta el triunfo del yo hegemónico que tan acertadamente vaticina el Doctor Cardoso.




Wednesday, January 9, 2019

Words in Books: O galo Mirindolo

Axente corrente é un proxecto de Agasalle contidos (Tino Fuentes & Fer de Castro) que inclúe un libro e un CD con cancións (Xoglares).





A seguridade viaria é o tema central subxacente dunha fábula moralizadora que parodia as condutas irresponsables que temos ao volante ou pola rúa. Combina imaxes de vídeo e imaxes reais con un texto breve, contido e moi evocativo para crear un libro pracenteiro e divertido. 
"O galo Mirindolo conduce coma un tolo polo medio do curral..." 
"- E logo, axente, de que me quere acusar?
- De condición temeraria e unha tortilla case provocar"  
"E así foi como Mirindolo, por traste,
viu como ao seu coche o levaba o guindastre"
O mesmo ocorre coa música, que nos recorda as infraccións que cometemos a diario e que nos van provocar máis de un suspiro de resignación -se non algún que outro reproche ou dedo acusador - porque a fin de contas, confesémolo, #todossomosMirindolo.


"Papá, mamá tedes que aprender os números de novo... ese pon 50, ibas a 70" 

"Parece que teño superpoderes cando estou cerca dun paso de peóns, pois os coches que están circulando frenan ao meu carón"

Sunday, January 6, 2019

The Heart in Books: Pó de bolboreta




Pó de bolboreta é un fanzine de Paula PereiraCon textos escollidos de varias obras de Virginia Woolf (As ondas, Cara ó faro, Flush, Mrs Dalloway, Un cuarto de seu e The death of the Moth) crea unha historia que vai medrando en intensidade ata o culmen final.

Re-signifícase tendendo pontes entre a arte e a vida, xogando coa pluma e o pincel, as palabras e as ilustracións. A través da lectura que imos facendo de ambas, as "avelaíñas" van iluminando a identidade de Virginia, líquida e traslúcida coma as cores das acuarelas de Paula.

Pó de bolboreta non é un fanzine, é moito máis: é un exercicio de percepción, unha ferramenta poética minimalista que integra de xeito sublime a singularidade de dúas artes, a terceira e a sexta.

 “La diversidad de las artes no impide su unidad. Más bien la subraya” 
(Octavio Paz, El arco y la lira)


Para saber máis:

Saturday, January 5, 2019

Great Books: The Shape of Ideas


“Everyone has something creative that they want to do that they’re not living up to, or maybe they’ve taken a wrong turn”
Grant Snider


Grant Snider summarizes his bio in the following terms:
Grant lives in Wichita, Kansas with his wife, daughter, and two sons, where he also practices orthodontics. You can often find him carrying a sketchbook, lost in his own thoughts. 
His book, The Shape of Ideas. An Illustrated Exploration of Creativity is undoubtedly one of the most beautiful things I own.


He took up cartooning when he was about to start dental school. In college, he used it to blow off steam after a tough class and now he continues to do it to stay in touch with his inner life.

Paradoxically, by reading (and eyeing) his book we get in touch with our own inner life, and it is heartwarming. The colour range, the expressive force of the apparently simple drawings, and the delicate tone all ally to make the reading experience memorable. It is an emotional homage to our frustrations and failures, to our habits, dreams and hopes.

If I were to choose only one book out of the ones I read in 2018, it'd most definitely be this one.

Source: Incidental Comics


To learn more: