Yedra
A veces pienso en el amor como acre,
como yedra que se enrosca al corazón,
como lumbre de instantes aislados sin futuro
que procuran posarse sobre el hombro
como el cuervo y cuartel al tiempo mismo.
Pienso el amor como un crimen que al soslayo
se urde tras anchas puertas, al abrigo
de ninguna sombra. Retengo una imagen de pura
especulación donde rinde reflejos al antiguo
estanque el espejo sembrado de narcisos.
Cuando mana de súbito, invencible y diminuta,
la ternura de la luz da paso a un gesto ángel,
cuando sonríe el duende y bate su melena
me dejo y devoro y alumbrada
en la penumbra pienso que amo
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