Una biblioteca siempre fascina. Sea que tenga un diseño minimalista con paredes acristaladas, o barroco con acogedores rincones para sentarse, es un punto de encuentro cultural y un mausoleo para grandes obras. Una se siente cómoda entre libros, en un lugar donde se respiran las palabras y las historias nos envuelven.
"Los libros son buena compañía, en momentos felices y tristes, porque los libros son personas. Personas que han conseguido mantenerse vivas escondiéndose entre las tapas de un libro". [Letters of Note; Troy (MI, USA) Public Library, 1971]” ― E.B. White
Marcelino Menéndez Pelayo (1858-1912), insigne filólogo y bibliófilo, se ha mantenido vivo entre las tapas no de uno, sino de muchísimos libros que se conservan en su Biblioteca de Menéndez Pelayo en Santander.
El edificio que la alberga se encuentra en el centro, en la calle Rubio, 6, cerca del Ayuntamiento. Se accede desde la escalinata de doble tramo que conduce a la puerta principal, presidida por la escultura sedente de Menéndez Pelayo (obra de M. Benllure), al lado del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo y la Casa Museo de Menéndez Pelayo. Ahora mismo ninguno de estos dos edificios se pueden visitar, pero sí la biblioteca, a la que se entra por la parte de atrás, a través de unos jardines que la conectan con la casa-museo y la biblioteca pública municipal.
El interior de la biblioteca es una maravilla. Está dividida en tres naves rectangulares. La central, más elevada, está iluminada gracias a unas coloridas vidrieras que han sido restauradas hace poco. Tiene 20 puestos de lectura y las estanterías de roble que los rodean atesoran la colección bibliográfica de Marcelino Menéndez Pelayo, una de las más importantes bibliotecas españolas de humanidades. Alberga unos 41.500 volúmenes entre los cuales se encuentran La Crónica Troyana (finales del siglo XIII-comienzos del XIV), un códice restaurado de la Estoria de España (1270-1274), 1032 manuscritos (de Quevedo y Lope de Vega entre otros), 22 incunables y abundantes publicaciones periódicas.
Menéndez Pelayo estimaba mucho su biblioteca, y la consideraba "obra de mi paciente esfuerzo, única obra mía de la que me encuentro medianamente satisfecho". Gracias a su generosidad altruista y a las instrucciones detalladas que dejó en su testamento, hoy podemos visitarla de forma gratuita y los investigadores tienen libre acceso a ella.
Para saber más:
- Artículo sobre la exposición de Estoria de España en la Biblioteca Menéndez Pelayo (03/02/2017)
- Obras digitalizadas a las que se puede acceder en este enlace
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