Wednesday, October 5, 2016

Letters in Poems and Music: Gabriela Mistral

Miro Villar compartió el enlace a este artículo de Literariedad,  una revista digital semanal que tiene como objetivo, en palabras propias, responder "a la idea de poeta que suscitó Jaime Sabines: “No soy un poeta, soy un peatón”, de modo que la literatura, el cine y el teatro, así como todas las obsesiones de la vida, y de la muerte, se asumen como calles, lugares de encuentro y desencuentro, [buscando] difundir la crítica, la ficción, la poesía (y el pensamiento en torno a la misma) sin ninguna razón más que la de existir como todas las cosas: por un impulso ciego y desbocado".

El artículo incluye un podcast de 25 minutos perteneciente a una serie de programas de "Baúl de Cartas" que se emiten en la Emisora Cultural de Pereira Remigio Antonio Cañarte cada lunes y que se pueden escuchar en Soundcloud. Baúl de cartas "es un espacio con olor a letras, a polvo, a cartas, a historias, donde la literatura y la música se unen para dar a conocer a grandes personajes".

Este programa se centra en la figura de Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, una poeta, diplomática, feminista y pedagoga chilena. Hija de un maestro de escuela, trabajó como profesora de secundaria, directora e inspectora, estudió escuelas y métodos educativos en diversos países. Fue (y es) la única mujer de Latinoamérica en obtener un Premio Nobel de Literatura (1945). Es llamada "la poetisa de América", "la voz más pura y auténtica del espíritu americano". Sus Sonetos de la muerte, fantásticos, desgarradores, están dedicados a Rogelio Ureta, funcionario de ferrocarril que se suicidó con 17 años y que se dice que fue el gran amor de Gabriela.

El podcast alude también a la correspondencia de la poeta, en particular dos cartas. Una de ellas de entre los centenares que envió a Manuel Magallanes Moure confesándole su amor:

"Todo me lo has barrido (...) No tengo tibieza de brazos, palabras afectuosas y actitud de amor sino para ti (...) Soy seca. Soy dura. Soy cortante (...)"

Y otra fechada en 1912 en los Andes a Rubén Darío, expresándole su admiración de una forma ferviente y tierna:

"Yo le mando en estas hojas extensas toda aquella pura y fragante que es el querer (...) Poeta, soy una mujer flaca, y por lo tanto soy maestra (...) He dado en la debilidad de querer hacer cuentos y estrofas para mis pequeñas, y las he hecho (...) Usted me mete en mi cuento, en mis estrofitas, hiladas volantes en una cosa inútil y vulgar..."

Os recomiendo escuchar el podcast completo, que incluye una lectura de la poeta del texto "La casa", así como varias canciones, musicalizaciones de poemas de Violeta Parra. Os dejo una de ellas, de Pascuala Ilabaca musicalizando el poema "En tierras blancas de sed".



"En tierras blancas de sed"

Hincho mi corazón para que entre
como cascada ardiente el Universo.
El nuevo día llega y su llegada
me deja sin aire.
Canto como la gruta que se llena
canto a mi día nuevo.
Canto.

En tierras blancas de sed
partidas de abrasamiento,
los cristos llamados cactus
vislumbran desde lo eterno.

Y el espino y el espino
braceando su desespero.

La tierra crispada y seca
se aparea con sus muertos.

Y el espino y el espino
braceando su desespero.

Y el chañar cociendo el fruto
del sol que se lo arde entero.

Soledades, soledades,
desatados peladeros.

Un río que suena
no sé dónde, de aguas
se me viene al pecho
y que es de cascada.
Me paro y escucho
sin ir a buscarla
¡agua, mama mía
hija mía, agua!


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