La palabra,
esa piedra lanzada al tiempo,
esa gran emoción
que pasa de cuerpo a cuerpo.
Ese mar
donde los caracoles unen sus
espirales.
La palabra,
palabra esperando otra palabra.
La palabra
pájaro de plata posado siempre en
el
anca del aire.
Hay un error en la consignación de autoría. El poema pertenece a Edith Vera, poeta de Villa María, Provincia de Córdoba, Argentina. Ruego se corrija, no soy la autora de tan preciosos versos. Tuve el privilegio de conocer a Edith y de escribir sobre ella, pero sólo soy una difusora de su obra.
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